En Argentina, la difícil realidad del mercado laboral sigue siendo una preocupación para miles de personas. Según los últimos datos del Indec, hay 1,45 millones de desocupados, y casi un tercio de ellos lleva más de un año buscando empleo sin éxito.
De acuerdo con las estadísticas, un 27,6% de las personas que buscan activamente trabajo llevan más de 12 meses enviando currículums sin obtener respuestas. Un 18,2% lleva entre 6 y 12 meses en esa situación, y el 45,8% restante lleva menos de seis meses, pero tampoco ha logrado encontrar oportunidades.
Un problema estructural
El fenómeno de los desocupados de larga duración refleja un problema estructural, explican los especialistas. Muchos de estos individuos enfrentan serias dificultades de empleabilidad debido a factores como baja formación, problemas personales o incluso adicciones, lo que hace que no puedan insertarse en el mercado laboral, ni siquiera a través de autoempleo.
Jorge Colina, economista de Idesa, destacó que se trata de “desocupados estructurales”, personas que viven una situación de exclusión laboral severa. Para él, la falta de una red de contención eficiente empeora aún más la situación. La ayuda que ofrecen las oficinas de empleo es insuficiente, y las personas afectadas a menudo se encuentran a la deriva, sin una red que los apoye.
El mercado no ofrece oportunidades
Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL, vinculó este fenómeno con un sistema laboral rígido y una economía estancada. Según Bour, el desempleo de larga duración es un reflejo de una economía que no genera suficiente demanda de trabajo formal. A diferencia de países con mercados laborales más flexibles, como Estados Unidos, en Argentina las barreras de entrada y salida en el empleo formal son altas, lo que agrava el problema.
Debido a la falta de opciones, muchas personas terminan aceptando trabajos informales o se convierten en trabajadores independientes. En Argentina, solo entre 6 y 7 millones de los 20 millones de ocupados son asalariados privados formales, lo que refleja la falta de dinamismo en el mercado laboral.
La necesidad de reformas laborales
Para afrontar este problema, los especialistas coinciden en la necesidad de reformas laborales que faciliten las contrataciones y reduzcan la desocupación crónica. Bour propone la implementación de contratos temporales más flexibles, como ocurre en países como Países Bajos y Japón. Esto permitiría que las personas tengan más oportunidades de empleo formal, ayudando a absorber a quienes llevan más tiempo buscando trabajo.
Sin embargo, el panorama sigue siendo complicado, con más de 400.000 personas en Argentina que llevan más de un año dejando currículums sin recibir respuesta. La odisea de conseguir trabajo se extiende en un mercado que necesita cambios más profundos para ofrecer más y mejores oportunidades laborales.