En una decisión con importantes implicaciones para los derechos laborales, la Corte Constitucional protegió a un padre despedido sin justa causa durante el embarazo de su pareja, al que se le negó la protección del fuero de paternidad bajo argumentos formales por parte de la empresa.
La compañía desestimó la solicitud del trabajador alegando que no se había probado que la mujer estuviera desempleada. No obstante, la Corte reiteró que esa información puede ser entregada incluso tras el despido, y recordó que ya no es válido condicionar el fuero a la situación laboral de la madre, como lo estableció la sentencia C-517 de 2024.
El fallo ordena a la empresa consultar al trabajador si desea ser reintegrado y, en caso afirmativo, restituirlo en su puesto con el pago completo de lo adeudado desde su salida, además de una indemnización de 60 días de salario. También se instruyó a la compañía a evitar cualquier conducta discriminatoria o de acoso contra él.