La recuperación del mercado laboral colombiano sigue en marcha. Según datos recientes del DANE, la tasa de desempleo en mayo se ubicó en 9,0 %, lo que representa una mejora notable frente al 10,3 % reportado en mayo del año anterior. Es una de las cifras más bajas de los últimos años y confirma la tendencia positiva que viene consolidándose desde inicios de 2024.
Durante este periodo, el país generó alrededor de 597.000 nuevos puestos de trabajo, un indicador alentador para la economía nacional. Sin embargo, no todo son buenas noticias: la mayoría de estos empleos son informales o por cuenta propia, lo que evidencia que aún queda mucho por avanzar en términos de calidad laboral.
El crecimiento ha sido especialmente fuerte en sectores como comercio, servicios y construcción. Aun así, persiste una desigualdad importante entre hombres y mujeres: mientras que el desempleo masculino bajó al 7,1 %, el femenino se mantiene en el 11,6 %, lo que refleja una brecha laboral de más de cuatro puntos porcentuales.
En el plano regional, el panorama es mixto. Aunque ciudades como Medellín y Bucaramanga muestran mejoras sostenidas, otras como Quibdó y Riohacha continúan con niveles críticos de desempleo, que superan el 25 %.
A este escenario se suma la reciente aprobación de la reforma laboral en el Congreso, impulsada por el Gobierno nacional. La nueva legislación contempla ajustes en recargos nocturnos y festivos, protección a trabajadores del SENA y medidas para fortalecer la estabilidad laboral, aunque algunos sectores consideran que quedó corta frente a las necesidades del mercado formal.
En paralelo, entidades como el SENA han desarrollado estrategias para conectar talento con oportunidades. La feria ExpoEmpleo ofreció recientemente más de 20.000 vacantes, y la Alcaldía de Bogotá lanzó una convocatoria con 320 plazas sin requerir experiencia, en áreas técnicas, administrativas y operativas.
Aunque el país avanza en su lucha contra el desempleo, el reto de la informalidad —que afecta a más del 55 % de los trabajadores— continúa siendo uno de los principales desafíos para el desarrollo económico y social.